
. “Y Jesús se fue al monte de los Olivos. 2Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. 3Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? 6Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. 7Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”. Juan 8: 1-11.
El titulo de este tema es fácil de escribir; pero no siempre fácil de aplicar. La gente cristiana y no cristiana sabe que es pecar. Sabe diferenciar entre el bien, y el mal. Algunos se esfuerzan por no pecar. Otros creen que es normal el pecar sin alevosía. Otros más creen que nunca pecan. El caso es que el pecar no debería existir entre aquellos que amamos al Señor. La Biblia dice:
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. Santiago 4:17.
Todos pecamos en algún momento dado; porque todos hemos dejado de hacer en alguna ocasión lo que sabemos que debemos hacer. Nadie esta exento del pecado. Todos somos tentados por el enemigo de las almas. Satanás. Jesús le dijo a la mujer adultera: “Ve y no peques mas”. Si no fuese posible dejar de pecar; Jesús no le habría dado la orden a la mujer que no pecara más. Una cosa es vivir en pecado. Y otra cosas es resistir al pecado. El apóstol Santiago dijo: “Porque todos ofendemos muchas veces”. Santiago 3:2. Estas palabras del apóstol Santiago; disipan una gran verdad. Todos pecamos. El Apóstol Santiago no digo: Todos han ofendido muchas veces. El mismo se incluyo al decir: todos ofendemos muchas veces. El hombre no puede vivir aislado del pecado; pero si puede vencer al pecado en el nombre de Jesús. Nadie puede decir yo no peco. El pecado no tiene medidas. Si se roba un chicle de una tienda; es lo mismo que robarse la mitad de la tienda espiritualmente hablando. Cada país tiene sus leyes; pero el orden espiritual de las cosas viene de Dios y no de los hombres. En el país de USA por ejemplo: Robar menos de $50.00 Dlls puede ser considerado una felonía menor. Pero si se roba la cantidad mayor de $50.00 Dlls, se le considera una felonía mayor. Espiritualmente no son las cosas iguales a las terrenales. Pecar es pecar. Observémoslo a trabes de las palabras de Jesús en relación con la mujer adultera y sus hechos:
..1. ¿Cuál fue la reacción de Jesús; respeto al pecado de la mujer adultera?
“Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?”. Juan 8:3-5.
Interesante pregunta la de estos fariseos y escribas. Quien iba ha decir que esa pregunta pasaría a la historia gracias a sus acciones. Jesús tuvo la oportunidad de demostrarles la importancia del perdón en aquellos que lo soliciten y necesiten. En estas épocas de antaño: si una mujer era sorprendida en una falta grave como el adulterio; era muerta a pedradas. Jesús quien vino a abogar las leyes no le quedo más remedio que desenmascarar aquellos que acusaban a la mujer por su falta. Y lo hizo respondiéndoles así: __ “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. Juan 8:7. Dos puntos importantes de apreciar en este versículo:
a). El que este sin pecado
Un versículo mas que afirma que todos pecamos; aun que sea involuntariamente. Nótese que estas palabras no las dice su servidora; las dijo Jesús. Su servidora nació en un hogar cristiano; y he escuchado este sermón muchas veces a lo lago de mi caminar con Cristo. Algunos predicadores que he escuchado hablar sobre este tema; han compartido que probablemente esta mujer adultera había sido mujer de aquellos que la acusaron delante de Jesús; Y a quien querían matar por haberle sorprendido en adulterio. Mas voy un poco mas adentro y en términos generales. Jesús dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. Jesús dijo estas palabras, porque sabía que todos habían pecado. Por ello, se fue retirando uno por uno, desde el menor hasta el mayor. En lo personal: el Espíritu Santo no me da testimonio de que Jesús se refiera al pecado sexual ilícito solamente. Más bien, creo que Jesús hablaba de la importancia de aprender a perdonar las faltas de los demás. Nadie puede señalar a otro si primero no se quita la viga de sus ojos. Todos fallamos muchas veces; palabras del apóstol Santiago. Jesús dijo: “El que de vosotros esté sin pecado”. Jesús no se refería solamente al pecado sexual ilícito; sino que hablo en términos más profundos. ¡Quien este libre de pecado en general!
b). La conciencia delata al hombre
“Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio”. Juan 8:9.
Jesús fue inteligente; El no abogo a la inteligencia de estos hombres que acusaban a la mujer; Jesús abogo a sus conciencias. La conciencia de cada individuo siempre termina por delatarlo. De allí, que alguien que ha cometido una falta; sus reacciones internas dejan reflejar lo que lleva dentro de su ser; siendo su conciencia la que termina delatándolo. Por ello todos lo que acusaban a la mujer terminaron por irse uno a uno; sus conciencias los delataron.
…2. ¿Dónde están los que te acusaban?
“Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Juan 8:10.
Si alguien ha pecado es menester ir a la presencia de Dios, y pedir perdón por su pecado. Nadie tiene la exclusividad de no pecar; sino solo Jesús quien no se ayo pecado en el. “Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él”. 1 Juan 3:5.
Si tu conciencia te acusa, no pierdas el tiempo y busca el favor de Dios. Los hombres no siempre son capaces de perdonar las ofensas que reciben de parte de otros. Pero Jesús esta esperando corazones sinceros que reconozcan que necesitan su perdón y su misericordia. Nadie esta exento de pecar; pero si tenemos la oportunidad de ser perdonados y regenerados por Jesús; si cada uno de nosotros se lo permitimos. No dejes que tu pecado te aleje de Dios. No prestes atención a lo que te acusan; pero si corre a ponerte a cuentas con Dios en un genuino arrepentimiento, solo de esta forma serás salvo de la ira venidera que ya esta cerca. El hombre debe dejar que sea el Espíritu Santo de Dios quien le redarguya de sus pecados, y también a su conciencia. Cuando un hombre comete una falta, tiene tres cosas que le recordaran su pecado hasta que se ponga a cuentas con Dios:
a) El Espíritu Santo
b) Su conciencia
c) Una tercera persona si esta existió
El Espíritu Santo, nos redarguye de pecado, de justicia y de juicio. Por otro lado, hay que dar libertad al Espíritu Santo dentro de uno mismo; para que Él pueda tratar con cada uno de nosotros: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”. Juan 16:8. La conciencia te dice en que estuviste mal; y esta es como clavarse una espina sin podérsela sacar. La tercera es si existió una tercera persona; y a quien se le ofendió por causa de la falta cometida. La persona ofendida será como gota continua hasta hacer pozo, y esta no dejara de gotear hasta que haya sanado su herida. Por que digo que cuando haya una tercera persona. Porque la primera persona ofendida fuiste tu mismo. La segunda persona ofendida fue Dios por tu pecado. Y la tercera persona; es la que ofendiste con tus acciones. La tercera persona suele ser con la que mas convivimos.
- Tu mismo
Cuando una persona peca delante de Dios fallo. Pero antes de fallarle a Dios; se fallo a si mismo. Si alguien es recto; pensara dos veces las consecuencias de sus acciones.
- Dios
Cuando el creyente peca; ofende el corazón de Dios. No se trata de pecar y pedir perdón y listo. Cuando erramos en nuestras acciones; Dios esta conciente de cada paso que damos. Dios se duele en su corazón cuando el pecado nos doblega.
- Un tercero
Cuando una persona peca y su ofensa afecto a una tercera persona. Su falta quedara expuesta a los ojos de Dios, a los ojos de los que le rodean, y no solo en si mismo. La tercera persona afectada, casi siempre contara su dolor a su amistad de confianza; y su amistad de confianza ha otro; sin embargo abemos personas que sabemos callar y solamente orar por el dolor ajeno. El pecado trae consigo castigo, cobra factura y muy cara. Dios es un Dios de amor; pero también corrige a quienes tiene por hijos: “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?”. Hebreos 12:7.
..3. Dios no te condena
“Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”. Juan 8: 1-11.
En ocasiones el hombre suele condenar las faltas de otros. Más Dios no condena a nadie, uno mismo se condena por pecador. Jesús vino a liberarnos del pecados que nos acedía, sin embargo toda acción mala tiene sus consecuencias. Jesús desea restaurarnos perdonarnos y restaurarnos de todo mal: Ni yo te condeno, palabras de Jesús a la mujer adultera ha quien le perdono sus pecados.
Nada es más hermoso que recibir el perdón de Dios en nuestras vidas. Jesús nos ama y somos parte de su propiedad. Quien a nacido de nuevo, a sido lavados con su sangre preciosa, y su nombre ha sido escrito con su sangre indeleble en el libro de la vida. Si un pecador se arrepiente de todo corazón, y pide perdón a Dios por sus pecados; este queda libre de ser condenado; nada puede condenarle porque gracias al sacrificio de Cristo en la Cruz, el pecador ha sido ya reconciliado por medio de la sangre de Cristo que limpia todo pecado.
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. Juan 3:17.
«y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.» Ap. 1:5.
Secuencia:
El siguiente tema; aportara la segunda parte de este tema: ¿PUEDE EL CRISTIANO VIVIR SIN PECAR?. No te lo pierdas sigue leyendo ha aquí en las letras azules. Bendiciones.
Seguimos la secuencia en el siguiente tema dando clic en las letras azules ha aquí:
Lourdes Rangel Ministries
3 Febrero 2010
.
Ningún tema expuesto en esta pagina Web; tiene como objetivo atacar a ninguna denominación en lo particular. Nuestro objetivo es exponer la verdad Bíblica; sin contiendas. Bendicione.
.
Copyright © 2008 Lourdes Rangel Ministries
Texas, USA.
.
Hola Lulú, me gustaría escribirte para que tú que conoces de la palabra del Dios me ayudaras a encontrar paz espiritual en mi corazón …
Mil gracias
Maritza
Me gustaMe gusta
Maritza,
Cuéntame tu caso que estaré gustosa de poder ayudarte conforme a lo que la Biblia nos dice. Aquí estoy esperando me contactes. Puedes seguirme llamando Lulú no hay problema, lo importante es que tu te sientas confortable. Bendiciones.
Lourdes Rangel Ministries
Me gustaMe gusta