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Primera parte
EL REINO DE DIOS
“Diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.” Marcos 1:15.
A. ¿Donde esta El Reino de Dios?
1. ¿Es el Reino de Dios la iglesia?
A. ¿Donde esta el Reino de Dios?
El Reino de Dios, es la presencia de un Dios real manifestado, de manera invisible, poderosa y real. La Biblia lo expone así: “Porque el Reino de Dios está entre vosotros.” Lucas 17: 21.
Cuando se habla de un reino, lo primero que viene a la mente es un reinado, y un rey. Pero el Reino de Dios, a diferencia de otros, es invisible, y solo los que pertenecen al Rey (Jesucristo) los pueden palpar. Me explico: En Londres Inglaterra, existe una reina llamada Isabel II. Todo mundo sabe de ella, quien fue coronada el 2 junio de 1953, y que reina desde el palacio de Buckingham. Sin embargo, solo pocos son los que pertenecen a la familia real. No así, en el reino del Rey de reyes, y Señor de señores: Jesús de Nazaret. Muchos, formamos parte de un reino invisible, y aun mas invisible, para quienes no conocen la palabra de Dios. El Reino de Dios, es real y esta en nosotros lo dijo el mismo Jesús. Muchas de las veces, se profesa una fe sin saber de donde procede el reino de Dios, y donde esta. Por ello, Dios me lleva a escribir sobre este tema; en un tiempo donde se esta predicando por muchos, un reino totalmente distinto al Reino de Dios. Pongamos atención todos, porque las falsas doctrinas se irán incrementando mas acentuadamente que en otros tiempos; todo como resultado a que la venida del Mesías esta muy cerca.
1. ¿Cuándo se establece el reino de Dios en la vida de una persona?
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29porque nuestro Dios es fuego consumidor.”Hebreos 12:28.
Según la palabra de Dios, el Reino de Dios es algo que recibimos. Es de suma importancia, comprender que para que el Reino de Dios se establezca en la vida de una persona, esta tuvo antes que haber nacido de nuevo. El Reino de Dios es invisible, no se puede ver con ojos humanos; pero si se puede palpar con sentidos espirituales. La razón, es que el Reino de Dios es espiritual; y solo los que han nacido de nuevo en el Espíritu; logran recibirlo, pasando a formar parte del Reino de Dios.
Debemos tener cuidado con entender bien sobre el Reino de Dios; ya que hoy día muchos predican un reino distinto al reino de Jesús de Nazaret. En este reino en mención, no se es necesario nacer de nuevo, ni arrepentirse de los pecados, ni tampoco confesarlos. El Reino de Dios, que predico, y muchos mas; dista tanto del mencionado, como el aceite y el agua cuando se trata de mezclarlos. Por ello, distinguido lector, pon tus ojos en la palabra de Dios; y deja que sea Él quien te muestre Su Reino por medio de Su palabra.
2. El Reino de Dios no consiste en cosas materiales
“Porque el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” Romanos 14:17.
Los que predican un reino diferente al Reino de Jesucristo, hacen hincapié en crecer en cosas materiales. La Biblia nos dice con toda claridad, que el Reino de Dios no se compone de cosas materiales. El Reino de Dios se recibe por medio de la gracia redentora en Cristo Jesús; y no se alcanza por meritos propios. No hay suma de cualquier cosa material, que pueda comprar la entrada al Reino de Dios. Para ser parte del Reino de Dios real; se necesita nacer de nuevo. El Reino de Dios, no se alcanza por jerarquías ministeriales, ni por ejercer un liderazgo reconocido. La única manera de formar parte de la gran familia real en Cristo Jesús; es por medio de una regeneración desde lo mas profundo del corazón, hasta la lo externo de una persona. Quien no llega a nacer de nuevo, ni llego a conocer a Dios; ni Dios lo conoció nunca. Observe lo que dice la palabra de Dios:
Mateo 7.23: “Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Nunca os conocí.”
Por favor, deténgase a escudriñar este versículo más de una vez. Jesús dijo, que un día les dirá: ¡Nunca os conocí! ¿Como es que les dira nunca los conocí, si estos predicadores, le llamaron Señor? Observe el contexto por favor:“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Mateo 7:21.
La iglesia de Cristo, los creyentes en Jesús de Nazaret, deben despertar de su letargo espiritual; y darse cuenta por medio de la palabra de Dios lo que representa ser un verdadero discípulo de Cristo. Mientras los creyentes, no lean la Biblia, seguirán comiéndose todo lo que se les predique. Solo la palabra de Dios, hace caer toda ceguera espiritual. Solo la palabra de Dios, nos da vida en Cristo Jesús, por ende solo la palabra de Dios nos ayuda a terminar injertados en el reino de Dios sin merecerlo.
El Reino de Dios no se gana haciendo negocios, ni dando grandes ofrendas; se obtiene gracias al haber sido predestinados y adoptados por medio de Jesucristo para vida eterna. No se deje engañar, el Reino de Dios no es comida, no se obtiene dando 7 vueltas a un terreno decretando que es suyo; el Reino de Dios es espiritual. La Biblia lo expone de la siguiente manera: “Porque el Reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.” 1 Corintios 4:20. Plantémonos la siguiente pregunta: ¿Quién posee ese poder? Algunos predicadores, enseñan que hay sacar el campeón que se lleva dentro. ¿Que nos dice la Biblia al respecto?:
“Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.” Lucas 17:10.
Se da cuenta que la Biblia no nos insta a llamarnos campeones, ni conquistadores, y menos reyes. La palabra del Señor nos dice, que cuando hayamos hechos las cosas que Dios nos llama hacer en Su Reino; después de esto debemos decir: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. Este es un de mis versículos bíblicos preferidos, respecto a liderazgo espiritual; pues desenmascara hasta ha el mas sutil de los pseudo predicadores o creyentes. A un verdadero discípulo de Cristo, usted no lo va escuchar jamás adjudicándose ningún tipo de nombramiento, o alabanza para si mismo. Un siervo genuino de Dios, no busca agradar a los hombres, su meta y fin es agradar al que lo llamo. Veamos un pasaje mas al respecto: “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” 1 Jn. 2.19.
La iglesia en su recta final, la que estamos viviendo, será testigo ocular de muchos de estos que salieron de nosotros; aunque caminan entre nosotros. Me explico: No porque alguien se dice seguidor de Cristo significa que lo sea. Y no todo el que profese ser evangélico significa que lo es. Son las obras, los frutos, los hechos, el testimonio, lo que evidencia quien es un verdadero discípulo de Cristo, y quien no lo es. Un discípulo de Cristo, no es hipócrita, y menos lucrara con el Evangelio de Cristo. ¡Simple!
El Reino de Dios no se puede comprar con cosas materiales, porque en su naturaleza misma es espiritual. Por lo tanto, ni con todo el dinero del mundo; se puede comprar un boleto de entrada a la vida eterna. Para vivir dentro del Reino de Dios que esta entre nosotros, es necesario haber recibido a Jesús como Señor y salvador, y mantenerse humilde a Su Rey; quien es el único que reina. Los salvos, somos sacerdotes del Rey; pero nos somos los reyes que poseen y gobiernan el Reino como predican los pseudo predicadores. Apocalipsis 1.6: “Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”
Cuando la Biblia dice que somos reyes, no significa que somos reyes en jerarquía menores que Cristo. Por el amor de Dios, solo Jesús es el Rey, y solo Él es el que reina; sus discípulos somos sus siervos, sus sacerdotes por voluntad de Dios. Es un error, llamarse reyes, cuando el único Rey de reyes es Jesucristo. Myles Munroe, en su predica, niega la importancia de nacer de nuevo. Expone el arrepentimiento como un cambio de mentalidad, no como la Biblia lo declara: !Arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado! Mt. 4.17. Mas de esto, en la segunda parte del esta serie.
3. Naciendo de nuevo se entra al Reino de Dios
“Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. 15De cierto os digo, que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él. 16Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.” Marcos 10: 14-16.
“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.” Juan 3:6-7.
Una vez más, la Biblia nos refleja que el Reino de Dios es espiritual, y es algo que se recibe. La única manera de recibir el Reino de Dios, repito: es naciendo de nuevo. ¿Cómo se nace de nuevo? Una cosa imposible es nacer dos veces en el sentido figurado; pero no así en el sentido espiritual. Jesús dijo, que se necesitaría la actitud, o disposición de un niño; para poder recibir el Reino de Dios. Explico: nadie puede nacer dos veces, pero el hombre espiritual si nace dos veces: una en la carne, y otra en el espíritu. El hombre regenerado, comprado a precio de Sangre, y naciendo de nuevo, es el que alcanza el Reino de Dios. En el Reino de Dios, quien reina es Jesucristo, y nadie mas. El hombre, en la carne, necesita pasar por la misma mano de Dios; quien nos instruye en Su camino santificándonos. Una vez nacidos de nuevo, es hasta entonces que podamos recibir Su Reino por medio de la gracia aquí en la tierra. Jesús dijo: “Porque el Reino de Dios está entre vosotros.” Lucas 1:21. Quien es discípulo de Cristo, y se conduce en el temor de Dios; este ha sido injertado en Su Reino; pero como en todo reino, solo hay un rey. En este caso, Jesucristo.
Regresando a Jn. 3:6-7: es de difícil comprensión para algunos, el volver a nacer de nuevo. Lo que la palabra de Dios quiere enseñarnos por medio de estas palabras, es el comprender que así como la mentalidad de un niño es sana y sin malicia; de la misma manera Dios nos llama a ser como niños sin maldad y sin pecado. Nacer de nuevo no es algo entendible para el hombre carnal; pero para el hombre espiritual es su estilo de vida. Preste atención por favor: Las iglesias las formas dos tipos de creyentes:
. Los creyentes convencidos pero no convertidos
. Los creyentes nacidos de nuevo
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”Juan 3:3.
Sin nuevo nacimiento, no hay acta de nacimiento firmada por el Padre; por lo tanto no se puede entrar en el Reino de Dios. Cuando una persona nace, sus padres biológicos lo registran ante el estado donde nació, lo ponen un nombre y queda establecido la identidad del nuevo ser. En Cristo Jesús, si no se nace de nuevo, ni se puede palpar el Reino de Dios, ni se puede entrar; y menos entenderlo. Por ello, hoy podemos ver a muchos predicando un reino material y terrenal; esto como resultado de que no han nacido de nuevo.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17.
Nótese como las Escrituras, hablan de cómo un creyente nacido de nuevo; se evidencia porque las cosas viejas que antes le asediaban quedan atrás naciendo de nuevo en Cristo. Un nuevo nacimiento, produce buenos frutos. Un nuevo nacimiento abandona la vieja manera de vivir. Un nuevo nacimiento produce un creyente humilde, que reconoce en todo tiempo de donde le saco Dios; y por lo tanto no se exacerba su corazón. Un nuevo nacimiento mantiene los pies anclado en la verdad que es Jesucristo; y en esta verdad permanece. Un nuevo nacimiento mantiene al creyente en constante quebrantamiento, no solo cuando llega a los pies de Cristo. Un nuevo nacimiento te recuerda como el arco iris a Dios, de no devastar mas la tierra con diluvio; así nacer de nuevo nos recuerda que nada somos y que solo por gracia se es salvo. Si no se ha nacido de nuevo, no hay forma de recibir el Reino de Dios según la Biblia.
4. Solo la mente espiritual, percibe las cosas del Espíritu.
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” 1 Corintios 2:14.
Solo el hombre espiritual tiene la capacidad de percibir, y de discernir las cosas espirituales que son de Dios. Una mente sin Cristo, es el reflejo de un creyente que no a nacido de nuevo; y por lo tanto no puede comprender las cosas que solo espiritualmente se pueden discernir. Contrario a lo que muchos predican: nacer de nuevo es indispensable para alcanzar la vida eterna; y por ende abrazar el Reino de Dios aquí en la tierra, y la vida eterna en Cristo Jesús. Una mente que no tiene a Cristo, medra la palabra de Dios; mientras que un nacido de nuevo se apega a la verdad que es Jesús, Jn. 14:6.
1. ¿Es el Reino de Dios la iglesia?
Una cosa es el Reino de Dios, y otra cosa es la iglesia. La iglesia como tal, se forma de feligreses que profesan una misma fe. La iglesia la podemos ver todos, porque todos los miembros somos la iglesia. Dicho de otra forma: la iglesia, es decir los miembros, somos el cuerpo de Cristo; y juntos en el Espíritu de Dios somos la iglesia. Sin embargo, el Reino de Dios no es visible, no lo podemos ver, pero si ser parte de el por medio de Jesucristo. La Biblia lo expresa así:
“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.” 1 Co. 3:16-17.
Podemos comprender por medio de la Escrituras; que el templo de Dios (la iglesia) se forma por cada creyente en Jesús. Se espera, que cada creyente cuide su cuerpo, porque es templo de Dios. Cuando un creyente no cuida su cuerpo espiritualmente hablando, quebranta una ordenanza bíblica; pues es deber del creyente cuidar el cuerpo de Cristo. El Reino de Dios, espiritualmente, es el poder de Dios entre Su pueblo. Es la gloria de Dios entre los suyos. El Reino de Dios, es Su gracia derramada sobre Su pueblo para regeneración del alma y del espíritu. La iglesia se ve, el Reino de Dios no se ve pero se deja sentir de manera poderosa en los nacidos de nuevo. Un nuevo nacimiento, produce un creyente que al leer la Biblia, queda al descubierto de tal forma que sabe que no hay para ha donde hacerse; allí esta Dios para sacar todo lo vil que haya que sacar.
Mateo 5.14-16: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
La iglesia fue llamada, a ser luz entre las tinieblas; mientras que el Reino de Dios solo es palpable para los de adentro. Mr. 4.11: “Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del Reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas.” El hombre espiritual, el nacido de nuevo, discierne las cosas espirituales, porque Dios en su infinita misericordia ha querido mostrarnos los beneficios de vivir dentro de Su Reino. Sin un nuevo nacimiento, no hay manera de entender la voz de Dios por medio de Su palabra. Los que predican un reino distinto al reino de Jesús de Nazaret, lo hacen con palabras que engañan a los ingenuos. Les predican un reino lleno de cosas materiales, y las cosas espirituales las medran.
a) El Reino de Dios debe ser predicado
“Y los envió a predicar el Reino de Dios, y a sanar a los enfermos.” Lucas 9:2.
“Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el Reino de Dios.” Lucas 9:60.
Hagámonos una pregunta: ¿Por qué el Reino de Dios, debe ser predicado? La respuesta es, que el Reino de Dios es recibido por medio de la predicación de la palabra de Dios. Y es Jesús quien abriendo las puertas, muestra Su Reino. Sin embargo, antes de entrar, o ser parte del Reino de Dios, hay ciertos requisitos que llenar:
1. Debe haber un corazón contrito y humillado; tras haber recibido a Jesús en el corazón. Salmos 34:18.
2. Debe haber disposición de ser cambiado, de tal forma, que se termine regenerado de todo pecado; y por ende haber nacido de nuevo. Tito 3:5.
3. Debe convertirse el creyente en un discípulo de Cristo. Mateo 28:19.
4. Debe andar como Jesús anduvo. 1 Juan 2:6.
5. Debe ser obediente a la voz de su Señor. 1 Pedro 1:22.
6. Debe conducirse en el temor de Dios. 2 Crónicas 19:7, Proverbios 1.7.
7. Debe vivir en integridad, y santidad. Josué 24:14.
8. Debe ser un reflejo del amor de Cristo en el. 1 Juan 3: 1-2.
9. Debe reflejar un verdadero interés porque Jesús brille, y el mengue. Juan 3:30.
10. Debe ser un creyente que escudriña la palabra de Dios. Lamentaciones 3:40, Juan 5:39.
b) Por la locura de la predicación se recibe el Reino de Dios
1 Co. 1. 21: “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.”
El Reino de Dios, debe ser predicado; porque por medio de la predicación las gentes conocen el Reino de Dios. Nótese algo sumamente importante: es el poder de la palabra de Dios, la que cambia vidas. No es el poder, o la facilidad de palabra que alguien pueda poseer; es el poder de Dios obrando por el poder que mana de Su palabra. El Reino de Dios, debe ser predicado porque así lo instituyo Dios en Su palabra; y es solo la palabra de Dios es quien establece a un nuevo convertido dentro del reino de Dios. No es por fuerzas humanas, facilidad de palabra, liderazgo espiritual, o secular; es por el poder de Jesús y Su Santo Espíritu.
c) Necesario es pasar tribulaciones para entrar al Reino de Dios
Hechos 14.22: “Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el Reino de Dios.”
El apóstol Pablo, animando a los creyentes, les exhortaba a que permanecieran fiemes en la fe; diciéndoles que através de la tribulaciones se entra al Reino de Dios: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” Romanos 8:18.
Cada vez esta mas cerca nuestra redención, Jesús viene pronto, no nos cansemos, sigamos en la lucha; que nuestra esperanza esta cerca. Bendiciones. Dios te bendiga.
Le invitamos, para siga leyendo la segunda y tercera parte de este estudio: El Reino de Dios.
Referencias bíblicas:
1. Comentario Bíblico Matthew Henry
2. Reina Valera, Revisión 1960.
Video, «Redecubriendo el reino» Myles Munroe: http://www.youtube.com/watch?v=7A9oaePQK8o
Usted puede hacer copias de todo el material que hay en esta página para distribuirlo; solo por favor indique su autoria. Dios le bendiga
Lourdes Rangel Ministries
9 de Febrero del 2013
Buen estudio mi hna. Dios la continue bendiciendo en su palabra. Padre nuestro que estas en los cielos…VENGA TU REINO
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Jaime Muller,
…VENGA TU REINO: y hagase Su voluntad en nuestras vidas. Amen.
Gracias por sus palabras hno. Muller, nos alientan para seguir sirviendo a Jesucristo nuestro salvador.
Hna. Rangel
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